Ruta en Moto al Antiguo Sáhara Español – Una Aventura Épica por la Historia de España
03 marzo, 2025
La Llamada del Desierto y la Historia Olvidada
Hay viajes que son más que kilómetros. Son una puerta al pasado, una conversación con el viento, una historia escrita con el rugido del motor y el polvo del camino. Recorrer el antiguo Sáhara Español en moto no es solo una travesía física, es un viaje a través del tiempo, una ruta donde los ecos del pasado se mezclan con la inmensidad del desierto y el Atlántico que nunca calla.
Desde las murallas blancas de Esauira, pasando por las huellas españolas en Sidi Ifni, hasta la vastedad solitaria de Villa Cisneros (Dajla), este recorrido no solo atraviesa paisajes cambiantes, sino también la memoria de un territorio que alguna vez fue parte de España. Un lugar donde las alcantarillas aún llevan nombres en castellano y donde los restos de un antiguo cine español conviven con los carteles en árabe y francés.
Este viaje no es para cualquiera. Es para quienes sienten que el asfalto es solo el prólogo y que la verdadera historia empieza cuando la carretera desaparece bajo la arena. Es para quienes buscan más que turismo: buscan descubrimiento. La sensación de cabalgar una moto con el océano a un lado y el desierto al otro, el viento caliente golpeando el casco y el horizonte infinito estirándose como un desafío.
Rodar hacia el sur, adentrarse en el corazón del Sáhara, es aceptar la soledad del camino y la inmensidad del espacio abierto. Pero es también recorrer una ruta de memoria histórica, una conexión con un pasado que pocos recuerdan. Es sentir la libertad absoluta al atravesar el Trópico de Cáncer, sabiendo que más allá solo quedan dunas, acantilados y el eco de historias olvidadas.
Antes de soltar el embrague
Viajar en moto al antiguo Sáhara Español no es un simple paseo. Es una travesía que pondrá a prueba tu resistencia, tu equipo y tu capacidad de adaptación. Las distancias son largas, los paisajes cambiantes y las condiciones extremas. Aquí no vale improvisar, porque el desierto no perdona. Antes de arrancar, hay que preparar la moto, el equipaje y la mente.
🏍️ La Moto Perfecta para la Ruta La elección de la moto marcará la diferencia entre disfrutar cada kilómetro o sufrir en el camino. En este viaje, la BMW F850 GS ha demostrado ser la compañera ideal:
✅ Potente y fiable para cubrir largas distancias sin esfuerzo. ✅ Suspensión preparada para afrontar tramos de off-road en Playa Blanca y el desierto. ✅ Capacidad de carga suficiente para llevar todo lo necesario sin afectar la estabilidad. ✅ Buen consumo de combustible, clave en una ruta donde las gasolineras no abundan.
Si no tienes una BMW F850 GS, cualquier trail o maxitrail es una opción sólida: Yamaha Ténéré 700, KTM 890 Adventure, Honda Africa Twin, etc.
⛽️ Repostaje y Autonomía En Marruecos hay muchas estaciones de servicio en la costa, pero en el sur la cosa cambia. De El Aaiún a Dajla hay 500 km de casi nada, así que:
✔️ Depósito lleno siempre que puedas. ✔️ Si tu moto tiene menos de 300 km de autonomía, lleva una garrafa extra. ✔️ Gasolina de buena calidad en las grandes ciudades, evita repostar en bidones o estaciones dudosas.
🎒 Equipaje y Carga: Lo Justo y Necesario Cargar bien la moto es clave. El equilibrio entre llevar lo imprescindible y no sobrecargar es el secreto.
🔹 Bolsas y Maletas ✅ Overlander de 30L – Capacidad extra sin afectar la maniobrabilidad. ✅ Mini-bag de 6L en la parte delantera – Para documentos y cosas de acceso rápido. ✅ Bolsas de botellas en los laterales – Para llevar agua extra en todo momento. ✅ Top case y alforjas – Solo si realmente las necesitas.
🔹 Equipamiento Esencial ✔️ Herramientas básicas y kit de reparación de neumáticos. ✔️ Compresor portátil – Infla las ruedas si decides bajar presión en off-road. ✔️ Filtros de aire de repuesto – El polvo del desierto los satura rápido. ✔️ Kit de primeros auxilios – Lo básico puede salvarte. ✔️ Botellas de agua y barritas energéticas – Nunca sabes cuándo lo necesitarás.
📜 Documentación y Permisos: Todo en Regla Para cruzar Marruecos y el Sáhara Occidental sin problemas, necesitas:
✔️ Pasaporte con al menos 6 meses de vigencia. ✔️ Seguro de viaje y seguro de moto con cobertura en Marruecos. ✔️ Carta verde del seguro (si tu seguro no cubre Marruecos, puedes contratarlo en la frontera). ✔️ Permiso de circulación y ficha técnica de la moto. ✔️ Carnet de conducir internacional (recomendado).
⚠️ Controles policiales: Son frecuentes en el sur. No hay problemas si llevas todo en orden, pero hay que ser paciente y respetuoso.
🗺️ Consejos de Conducción en Marruecos ✔️ En ciudad, prepárate para el caos. Semáforos ignorados, peatones cruzando sin aviso y motos pasando por cualquier hueco. ✔️ Fuera de ciudad, más tranquilidad, pero ojo con los camiones y buses, que suelen adelantar sin mirar. ✔️ Animales sueltos en la carretera – Cabras, camellos y burros pueden aparecer de la nada. ✔️ Velocidad controlada. Hay radares y policías en las carreteras principales.
Ruta en Moto al Antiguo Sáhara Español
🔥 Mentalidad: Más que un Viaje, un Desafío
No es un viaje para cualquiera. Es una ruta larga, dura en algunos tramos y llena de contrastes. Es un viaje para quienes buscan aventura, historia y la sensación de estar completamente libres. Si estás listo, enciende el motor y siente cómo empieza la mejor experiencia de tu vida.
🌍 Día 1: De Tánger a Esauira – Rumbo al Atlántico
El primer día es una mezcla de emoción, incertidumbre y la adrenalina de saber que estás a punto de adentrarte en un viaje que cambiará tu forma de ver la carretera. Salir de Tánger es un salto entre mundos: atrás queda Europa y empieza el desafío africano. Desde el puerto, la moto ruge ansiosa, lista para devorar kilómetros.
🚀 Arrancando la Aventura – Cruzando Marruecos
La brisa del Atlántico golpea el casco mientras la BMW F850 GS avanza entre el tráfico marroquí. La salida de Tánger es un caos controlado: coches zigzagueando, taxis que frenan sin aviso, gente cruzando entre motos y camiones. Pero pronto la carretera se abre y la sensación de libertad se apodera del viaje.
Los primeros kilómetros son un calentamiento. Marruecos despierta ante los ojos con una paleta de colores que cambia constantemente: campos verdes al norte, pueblos polvorientos en el centro y, conforme avanzas hacia el sur, un paisaje cada vez más árido.
📍 Primera Parada: Casablanca – La Caótica Belleza de Marruecos
Casablanca es el choque entre el Marruecos moderno y el tradicional. Una ciudad bulliciosa, llena de vida, pero con rincones que guardan historias.
Si el tráfico en Tánger parecía desordenado, en Casablanca es un verdadero videojuego. Esquivar coches, sortear motos, frenar por un burro cruzando la avenida... Bienvenido a la jungla urbana marroquí.
Pero vale la pena detenerse, al menos para visitar la Mezquita de Hassan II, con su minarete de 210 metros de altura, mirando al océano. Si decides hacer una pausa, hay cafés con terrazas donde puedes tomar un té de menta mientras observas el ritmo frenético de la ciudad.
📍 Rumbo a Esauira – Donde la Magia Comienza
Al dejar atrás Casablanca, la carretera se suaviza. La costa atlántica se despliega a la derecha, con el océano extendiéndose hasta donde alcanza la vista. Aquí es donde el viaje empieza a sentirse como una verdadera travesía: largas rectas, viento constante y la sensación de estar rodando hacia lo desconocido.
Conforme te acercas a Esauira, el viento empieza a soplar con más fuerza. Esta ciudad costera es famosa precisamente por eso: aquí el viento nunca se detiene. Es el precio a pagar por disfrutar de uno de los destinos más hermosos de Marruecos.
🏰 Esauira: La Ciudad de los Vientos y las Murallas Blancas
Es imposible no enamorarse de Esauira. Nada más entrar, sientes que has llegado a un lugar diferente, con una energía especial. Sus murallas blancas contrastan con el azul profundo del Atlántico, las calles estrechas están llenas de artesanos, y el puerto es un espectáculo de barcos azules, gaviotas y redes de pesca.
🔹 Qué Ver en Esauira ✔️ La Medina – Un laberinto de callejones con tiendas de especias, alfombras y recuerdos. ✔️ Las Murallas y el Bastión – Desde aquí, las vistas del mar son impresionantes. ✔️ El Puerto Pesquero – Perfecto para fotos, con los barcos azules y la actividad frenética de los pescadores. ✔️ Playa de Esauira – Kilómetros de arena donde el viento no deja de soplar.
🎶 Dato curioso: Esauira ha sido inspiración para músicos y artistas. Jimi Hendrix pasó tiempo aquí, y dicen que la canción Castles Made of Sand está inspirada en esta ciudad.
🏕️ Dónde Dormir en Esauira – Hoteles con Mejor Relación Calidad-Precio
Después de un día largo de moto, lo mejor es encontrar un buen sitio para descansar. Aquí algunas opciones según presupuesto:
🏨 Hoteles Económicos (hasta 30€/noche)
Hotel Majestic – Simple, pero con buen desayuno y cerca de la medina.
Riad Sidi Magdoul – Auténtico riad marroquí con encanto y habitaciones acogedoras.
🏨 Gama Media (30€ - 60€/noche)
Riad Maison du Sud – Alojamiento con patio tradicional y un ambiente relajado.
Palais Des Remparts – Excelente ubicación con vistas al océano.
🏨 Gama Alta (+100€/noche)
Heure Bleue Palais – Uno de los mejores riads de Marruecos, lujo y comodidad total.
Sofitel Mogador Golf & Spa – Para los que quieren una experiencia premium con spa y piscina.
🔥 Anécdota: ¿Por qué decidí quedarme un día más?
El plan original era dormir en Esauira y salir temprano, pero esta ciudad te atrapa. El ambiente relajado, la comida deliciosa (un tagine de pescado con vista al puerto es algo que no se olvida), y la sensación de estar en un sitio donde el tiempo fluye distinto hicieron que cambiara los planes.
Además, después de un primer día de moto intenso, Esauira es el lugar perfecto para recargar energías antes de continuar hacia el sur.
Con la moto lista, el equipaje ajustado y la ruta clara, toca seguir el viaje. Mañana será otro día de carretera infinita, con más historia y más desafíos. Sidi Ifni espera, con sus edificios coloniales, su playa inmensa y la promesa de una ruta aún más épica.
🏜️ Día 2: De Esauira a Sidi Ifni – Siguiendo las Huellas de España
El sol apenas comienza a iluminar los tejados blancos de Esauira cuando el rugido del motor rompe el silencio de la madrugada. Las calles aún están medio vacías, con algunos pescadores madrugadores descargando redes y comerciantes abriendo sus tiendas. Es el momento perfecto para salir: la ciudad sigue dormida y la carretera espera.
La ruta de hoy nos llevará aún más al sur, donde Marruecos empieza a cambiar de forma. Atrás quedarán las medinas vibrantes y el turismo occidental. El camino hacia Sidi Ifni es una transición entre lo conocido y lo remoto, una línea que separa la Marruecos del presente con las huellas de su pasado español.
🚀 Primeros kilómetros – Dejando Esauira atrás
La carretera es una promesa de libertad. A medida que la ciudad desaparece en los retrovisores, la costa se expande en un horizonte infinito. La brisa sigue golpeando fuerte, recordándome por qué Esauira es la ciudad del viento.
Los primeros kilómetros son una sucesión de pequeños pueblos de pescadores, con mercados improvisados al lado de la carretera. Las mujeres venden cestas de frutas, los niños corren descalzos entre burros y camionetas destartaladas. Es un Marruecos más rural, más auténtico.
Aquí, la conducción requiere concentración. Los camiones y autobuses aparecen de la nada, adelantando sin miedo en curvas ciegas. Pero también hay momentos de pura calma, tramos en los que la única compañía es el océano golpeando los acantilados a la derecha.
📍 Primera parada: Agadir – La frontera entre dos mundos
Después de unas dos horas de viaje, aparece Agadir. Aquí la historia cambia: la ciudad es moderna, con grandes avenidas, resorts de lujo y un turismo muy diferente al de Esauira.
Agadir fue completamente destruida por un terremoto en 1960, y lo que se ve hoy es una reconstrucción. No hay medina antigua ni calles laberínticas; en su lugar, hay un paseo marítimo lleno de bares y cafeterías de estilo europeo. Es un buen sitio para un café rápido, pero el verdadero Marruecos está más adelante.
📍 Rumbo a Sidi Ifni – La Carretera del Olvido
Dejando atrás Agadir, la carretera se estira en un paisaje cada vez más seco. Este tramo es un aviso de lo que vendrá: menos vegetación, más polvo, más viento. Es como si la carretera nos preparara para la inmensidad del desierto.
Las rectas se alargan, el tráfico se reduce y la sensación de aventura se intensifica. Aquí es donde realmente empiezas a sentir el viaje, donde la moto y tú son lo único que importa.
Al acercarnos a Sidi Ifni, la historia empieza a filtrarse en los paisajes. Estamos entrando en la antigua zona española.
🏛️ Sidi Ifni: Un pedazo de España olvidado en Marruecos
Llegar a Sidi Ifni es como viajar en el tiempo. A diferencia de otras ciudades marroquíes, aquí los edificios aún conservan la arquitectura española. Es un lugar con alma nostálgica, donde las fachadas modernistas se desmoronan lentamente bajo el sol africano.
🔹 ¿Qué ver en Sidi Ifni?
✔️ Pagaduría Española: Un edificio en ruinas, pero con una historia enorme. Aquí se administraba el dinero durante la ocupación española. ✔️ El Antiguo Aeropuerto Español: Hasta hace poco, este aeropuerto seguía siendo español. Hoy es un símbolo de la transición entre dos épocas. ✔️ Cuarteles Militares: Restos de la presencia española, ahora cubiertos por el polvo del tiempo. ✔️ Cine Avenida: Un cine español en medio del desierto, donde una vez se proyectaron películas en castellano.
🔥 Playa Blanca – El Off-Road más Espectacular del Viaje
Si hay un lugar donde realmente sientes la libertad absoluta, es Playa Blanca. Aquí, el asfalto desaparece y empieza la aventura real.
Rodar en moto por una playa desierta es algo que en España sería imposible, pero aquí es pura realidad. El sonido del motor se mezcla con las olas, la arena se hunde bajo las ruedas y la sensación de soledad es increíble.
🎥 Momento cinematográfico: Pilotar por Playa Blanca al atardecer, con el sol reflejándose en el Atlántico y la única compañía de las gaviotas.
⚠️ Consejo: Ajusta la presión de los neumáticos antes de entrar en la arena. Una presión baja mejora el agarre y evita que la moto se hunda.
🏕️ Dónde Dormir en Sidi Ifni
🏨 Hoteles Económicos (hasta 30€/noche)
Hotel Belle Vue – Básico, pero con buenas vistas al mar.
Auberge Sable D'Or – Acogedor, con ambiente familiar.
🏨 Gama Media (30€ - 60€/noche)
Hotel Suerte Loca – Uno de los mejores en relación calidad-precio, con terraza y buenas habitaciones.
Casa Azul – Un riad con estilo tradicional y mucho encanto.
🏨 Gama Alta (+100€/noche)
Hotel Nomad Lodges – Experiencia premium en medio del desierto.
Riad Le Lieu – Para los que buscan un toque de lujo en Sidi Ifni.
Una Noche Bajo las Estrellas
Sidi Ifni es un lugar donde la nostalgia se siente en el aire. Es el tipo de sitio que te hace pensar en lo efímero del tiempo, en cómo los lugares cambian y las historias quedan enterradas en el polvo del desierto.
Esa noche, después de cenar un pescado recién sacado del Atlántico en un pequeño restaurante local, decidí dar un paseo por la ciudad. Me encontré con un hombre mayor, un español que se quedó aquí después de la retirada en 1969. Me contó cómo era la vida en el Sáhara Español, cómo las calles antes estaban llenas de soldados y comerciantes, cómo el cine Avenida proyectaba películas de los años 50.
Fue una conversación que me hizo ver este viaje de otra manera. No solo estaba recorriendo un camino, sino una historia.
🏜️ Día 3: De Sidi Ifni a El Aaiún – Las Puertas del Desierto
El tercer día de ruta marca un antes y un después en el viaje. A partir de aquí, Marruecos empieza a desvanecerse y el Sáhara se impone. Atrás quedan las ciudades turísticas y los pueblos pesqueros, y comienza un paisaje que intimida y fascina a partes iguales: kilómetros de carreteras solitarias, acantilados que caen al Atlántico, viento constante y la sensación de estar cruzando un mundo olvidado.
Hoy el destino es El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental y una de las ciudades más importantes de la antigua provincia española. Pero antes, hay que recorrer 500 km de pura carretera, atravesando parajes donde la única compañía son los dromedarios y el sonido del viento golpeando el casco.
🚀 Salida de Sidi Ifni – Despedida de la Nostalgia
Despertar en Sidi Ifni tiene un aire melancólico. Esta ciudad, con su arquitectura española desmoronándose bajo el sol africano, parece haberse quedado atrapada en otra época. Pero no hay tiempo para detenerse demasiado: el desierto nos espera.
El motor ruge al salir de la ciudad. La carretera es buena, con tramos curvos que siguen la línea de la costa, y los primeros kilómetros transcurren con facilidad. El clima aún es amable, pero el viento empieza a hacerse notar.
📍 Primera Parada: Tantán – La Puerta al Sáhara
Después de un par de horas rodando, llegamos a Tantán, un punto clave en la ruta. Aquí es donde el paisaje cambia radicalmente:
✔️ El verde desaparece y la arena comienza a tomar protagonismo. ✔️ Las aldeas son más dispersas, con casas de adobe y pocas señales de vida. ✔️ Las gasolineras empiezan a escasear.
Tantán es el último bastión del Marruecos "habitual" antes de entrar en el auténtico Sáhara. Aquí es recomendable llenar el depósito y hacer un descanso, porque los próximos 300 km serán de pura soledad.
📍 Rumbo a El Aaiún – La Ruta Infinita
Desde Tantán, la carretera se transforma en una línea recta interminable. Durante kilómetros y kilómetros, la sensación es de absoluta inmensidad.
📌 El asfalto es impecable, porque Marruecos ha invertido en una autovía moderna que conecta el país con el Sáhara Occidental. Pero a pesar de la buena infraestructura, la monotonía es brutal.
📌 El viento se vuelve un enemigo constante. No es solo una brisa molesta, es un empuje lateral continuo que obliga a sujetar la moto con firmeza.
📌 Los dromedarios aparecen sin aviso. A veces están al costado de la carretera, inmóviles como estatuas de arena. Otras veces cruzan de golpe, sin preocuparse por los vehículos. Un impacto con uno de ellos sería fatal, así que hay que estar siempre alerta.
🎥 Momento cinematográfico: Pilotar solo, con la carretera perdiéndose en el horizonte, sintiendo el desierto expandiéndose a cada lado. El ruido del viento y el rugido del motor son lo único que existe.
📍 El Cementerio de Barcos – Un Paisaje de Ciencia Ficción
A mitad de camino entre Tantán y El Aaiún hay un lugar extraño y perturbador: el cementerio de barcos.
Aquí, enormes embarcaciones oxidadas yacen varadas en la arena, como esqueletos de metal olvidados por el tiempo. Es una imagen surrealista: barcos gigantes, sin agua a la vista, pudriéndose bajo el sol del Sáhara.
Este sitio, visible desde la carretera, es testimonio de la decadencia de la industria pesquera en la región. Algunos de estos barcos fueron abandonados aquí hace décadas, y el viento y la sal los han convertido en espectros fantasmales.
📍 Llegada a El Aaiún – Un Oasis en Medio del Desierto
Después de horas de carretera sin fin, aparece El Aaiún, una ciudad que sorprende.
A diferencia de los pueblos polvorientos que hemos atravesado, El Aaiún es moderna, con edificios altos, calles pavimentadas y una infraestructura que parece fuera de lugar en este entorno tan árido.
📌 Es la ciudad más grande del Sáhara Occidental, con más de 200,000 habitantes. 📌 Aquí se encuentran los principales servicios, incluyendo bancos, supermercados y hospitales. 📌 El contraste es brutal: de la soledad absoluta del desierto a una urbe vibrante.
🏕️ Dónde Dormir en El Aaiún
🏨 Hoteles Económicos (hasta 30€/noche)
Hotel Emilio More – Sencillo, pero con todo lo necesario para una noche cómoda.
Sahara Line Hotel – Básico pero bien ubicado, ideal para motoviajeros.
🏨 Gama Media (30€ - 60€/noche)
Hotel Parador El Aaiún – Uno de los más conocidos, con buena ubicación y habitaciones amplias.
Hotel Salwan – Cómodo, limpio y con buen servicio.
🏨 Gama Alta (+100€/noche)
Sahara Regency Hotel – Para los que buscan más lujo en medio del desierto.
Al Massira Hotel – Uno de los mejores de la ciudad, con todas las comodidades.
🔥 La Noche en El Aaiún y la Historia Olvidada
Esa noche, después de dejar la moto en el hotel, salí a recorrer las calles de El Aaiún. Quería ver qué quedaba de la antigua presencia española en la ciudad.
Caminando por el centro, encontré una placa desgastada por el tiempo, con inscripciones en castellano. Era uno de los pocos vestigios visibles de la época en que este territorio era una provincia más de España.
Más tarde, en un pequeño café, un hombre mayor me contó historias de aquellos años. Me habló de las escuelas españolas, de cómo era la vida en El Aaiún cuando las banderas en los edificios aún eran rojigualdas.
Fue una conversación que me hizo entender que este viaje no era solo un recorrido geográfico, sino también un viaje a través de la memoria. Las carreteras pueden cambiar, pero la historia siempre deja huellas.
🏁 Día 4: De El Aaiún a Dajla – Más Allá del Trópico de Cáncer
🔥 La recta infinita: Bienvenido a la Nada
Hoy es el día en que realmente te conviertes en parte del desierto. Si hasta ahora habíamos sentido la soledad de la carretera, este tramo la lleva al extremo. Desde El Aaiún hasta Dajla hay más de 500 km de carretera recta, interminable, sin casi signos de civilización.
El paisaje se simplifica hasta lo esencial: asfalto, arena y océano. No hay árboles, no hay grandes ciudades, no hay distracciones. Solo tú, la moto y la inmensidad.
La moto vibra con el asfalto caliente, el sol se refleja en el casco y el viento sigue soplando sin piedad. En algunos momentos el horizonte parece un espejismo, una ilusión óptica causada por el calor que asciende del suelo. Es hipnótico, pero también peligroso: hay que estar alerta para evitar perder la concentración.
🚨 Advertencia: Este tramo es mentalmente agotador. El cansancio es traicionero y la monotonía de la carretera puede hacer que pierdas la noción del tiempo. Se recomienda hacer pequeñas paradas cada 100-150 km para estirar las piernas, hidratarse y resetear la mente.
📍 Primera Parada: El Trópico de Cáncer Uno de los momentos más simbólicos del viaje es cruzar el Trópico de Cáncer, una línea imaginaria que marca la transición hacia el mundo tropical.
📌 ¿Cómo reconocerlo? Hay una señal de carretera que indica el paso del Trópico de Cáncer con coordenadas exactas. Aquí, la sensación de estar en una travesía histórica se hace aún más fuerte.
📸 Momento fotográfico obligatorio: Parar junto al cartel, con la moto de fondo y la carretera perdiéndose en el infinito. No todos los días se cruza un paralelo tan emblemático sobre dos ruedas.
📍 La ruta sigue: más camellos, menos gente A medida que nos acercamos a Dajla, los dromedarios empiezan a aparecer en manadas más grandes. Estos animales, acostumbrados al calor extremo, deambulan libremente por la carretera sin preocuparse por los vehículos.
⚠️ ¡Atención! Algunos cruzan sin previo aviso, lo que representa un peligro real para los motoviajeros. Chocar contra un dromedario es tan peligroso como impactar con un coche. Siempre reducir la velocidad si se ven animales cerca.
📍 Llega Dajla – Villa Cisneros, la última huella española
Después de un día entero de ruta, finalmente aparece Dajla (antigua Villa Cisneros). Desde lejos, la ciudad parece surgir de la nada: un pequeño oasis urbano rodeado por el mar y el desierto.
📌 ¿Por qué es tan especial?
Es la última gran ciudad antes de Mauritania. Aún conserva restos de la presencia española. Es un paraíso para los amantes de la aventura y la naturaleza. 🏛️ Lo que queda de España en Dajla Dajla fue uno de los puntos estratégicos de España durante la colonización del Sáhara Occidental. Aunque hoy pertenece a Marruecos, todavía hay huellas visibles de su pasado español:
✔️ La Iglesia de Villa Cisneros – Una de las pocas construcciones religiosas españolas que quedan en pie. ✔️ Las tapas de alcantarilla con la inscripción "Villa Cisneros" – Pequeños detalles que conectan el pasado con el presente. ✔️ El antiguo fuerte militar español – Hoy casi en ruinas, pero con una historia fascinante.
💭 Caminar por Dajla es como estar en un capítulo perdido de la historia de España, un lugar donde la memoria de una época olvidada sigue presente en los pequeños detalles.
🏝️ Playa de Dajla – Un Paraíso Escondido
Si bien el viaje hasta aquí ha sido exigente, la recompensa es espectacular. Dajla es conocida por tener una de las playas más impresionantes de todo Marruecos.
📌 El agua es cristalina y la arena blanca, muy diferente a las playas más salvajes del norte. 📌 Es un spot famoso para kitesurf, con vientos constantes ideales para este deporte. 📌 Aquí es donde el océano Atlántico y el desierto se fusionan, creando un paisaje de otro planeta.
💡 Sugerencia: Después de días de polvo y carretera, nada mejor que un baño en el Atlántico para recargar energías.
🏕️ Dónde Dormir en Dajla
🏨 Hoteles Económicos (hasta 30€/noche)
Dakhla Camp – Ideal para aventureros, con bungalows básicos junto al mar.
Hotel Erraha – Simple, pero funcional y bien ubicado.
🏨 Gama Media (30€ - 60€/noche)
Bab Al Bahar Hotel & Spa – Confortable y con vistas espectaculares a la bahía.
Buena Vista Hotel – Un hotel con buen servicio y excelente relación calidad-precio.
🏨 Gama Alta (+100€/noche)
West Point Dakhla – Perfecto para quienes buscan lujo en medio del desierto.
Dakhla Attitude – Un resort espectacular frente al mar, ideal para descansar después de tantos kilómetros.
El Mercado Nocturno y la Vida en Dajla
Después de dejar la moto en el hotel y darme una ducha reconfortante, decidí salir a explorar la ciudad de noche. Dajla es un lugar con un ritmo muy diferente al resto del viaje.
📌 El mercado nocturno está lleno de vida: los puestos de pescado fresco, la gente conversando en cafés al aire libre, las luces reflejándose en las calles de arena. 📌 Aquí, la vida sigue un tempo pausado, muy diferente al frenesí de Marrakech o Casablanca.
🎭 Una conversación inesperada: En uno de los puestos de comida conocí a un anciano que había vivido en la época española. Me contó historias de cuando Villa Cisneros era una ciudad con escuelas en castellano, soldados españoles patrullando las calles y familias que vinieron aquí buscando una nueva vida.
Fue un recordatorio de que esta ruta no es solo un viaje físico, sino una conexión con el pasado.
🚀 Próxima Etapa: La Vuelta – Redescubriendo Marruecos
El viaje podría terminar aquí, pero aún queda la travesía de regreso. En lugar de repetir la misma ruta, exploraremos un Marruecos diferente, pasando por oasis, mercados pesqueros y las míticas ciudades imperiales.
📌 Marsá, el pueblo costero desconocido. 📌 Tarfaya, donde la flota pesquera marroquí se amontona. 📌 Guelmim, la puerta del Sáhara marroquí. 📌 Marrakech y Fez, la cara cultural de Marruecos antes del regreso a España.
🔄 Día 5: El Regreso – Un Marruecos Diferente
Después de la inmensidad del desierto y la emoción de alcanzar Dajla, comienza el viaje de vuelta. Pero en lugar de repetir la misma ruta, esta etapa nos llevará por un Marruecos diferente, explorando lugares menos conocidos, donde el tiempo parece haberse detenido.
Si la ida fue una travesía hacia el pasado español del Sáhara, la vuelta será un recorrido por el Marruecos más auténtico, con oasis escondidos, pueblos olvidados y mercados pesqueros caóticos.
🏜️ Salida de Dajla – La Última Mirada al Desierto
La mañana en Dajla es especial. El aire es fresco, el mar está en calma y las primeras luces del día iluminan las dunas que rodean la ciudad.
Montar en la moto en este escenario es casi cinematográfico. El rugido del motor rompe el silencio mientras nos despedimos de la ciudad más al sur del Sáhara Occidental.
📌 Consejo: Antes de salir, asegúrate de llenar el depósito. En este tramo de regreso hay menos gasolineras, y algunas pueden estar cerradas.
📍 Primera Parada: Marsa – El Oasis Desconocido
En la ida, habíamos pasado por El Aaiún, pero esta vez haremos una pequeña variante en la ruta para conocer Marsa, un pueblo costero que pocos turistas visitan.
📌 ¿Qué hace especial a Marsa?
Es un auténtico pueblo pesquero, donde todo gira en torno al mar. No hay hoteles lujosos ni turistas. Es Marruecos en su estado más puro. El puerto es un espectáculo visual, con barcos de madera pintados de colores vivos y pescadores desenredando redes.
📌 Recomendación gastronómica: Aquí puedes comer el pescado más fresco del viaje por menos de 5 euros. Un pequeño restaurante sin nombre, justo frente al puerto, sirve tajines de pescado y sardinas a la brasa que saben a gloria.
Después de un café fuerte y una charla con los pescadores, toca seguir. La carretera nos espera.
📍 Segunda Parada: Tarfaya – La Capital de la Pesca Marroquí
Siguiendo hacia el norte, el siguiente alto en el camino es Tarfaya, una ciudad peculiar con una de las mayores flotas pesqueras de Marruecos.
📌 El puerto de Tarfaya es un caos organizado. Miles de barcos amarrados, pescadores voceando precios, gaviotas sobrevolando el mercado en busca de sobras.
📌 Si te gusta la historia, aquí encontrarás otro rincón español olvidado: ✔️ Los restos del antiguo fuerte español de Santa Cruz de la Mar Pequeña. ✔️ El monumento a Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito, que trabajó en esta zona como piloto de correo aéreo.
Aparcar la moto frente al puerto de Tarfaya, tomar un té de menta observando la locura del mercado pesquero y sentir que estás en un Marruecos que pocos viajeros llegan a conocer.
📍 Guelmim – El Marruecos Profundo
Dejamos atrás la costa y nos adentramos en el interior. Guelmim es una parada clave porque representa el Marruecos profundo, lejos del turismo convencional.
📌 ¿Qué hace especial a Guelmim?
Aquí comienza el verdadero Marruecos sahariano, con oasis y dromedarios. Es famoso por su mercado de camellos, donde comerciantes bereberes negocian el precio de estos animales con técnicas que llevan siglos sin cambiar. Las montañas de los alrededores esconden antiguos ksars (fortalezas bereberes) y aldeas de adobe.
📌 Recomendación: Si tienes tiempo, vale la pena hacer un pequeño desvío hacia el Oasis de Tighmert, un lugar donde el silencio y la naturaleza dominan.
📸 Momento fotográfico: Las dunas y los palmerales de Guelmim al atardecer, con las sombras de los camellos proyectadas sobre la arena.
📍 Marrakech – El Retorno a la Civilización
Después de días de carreteras solitarias, pequeños pueblos y paisajes desérticos, llegar a Marrakech es un choque de realidades. La ciudad roja es vibrante, caótica y llena de vida.
📌 Aquí es donde vuelves a sentir la civilización después del aislamiento del desierto. 📌 El tráfico es un caos total, con motos, taxis y burros compartiendo espacio sin reglas aparentes. 📌 Pero también es una oportunidad para disfrutar de la cultura marroquí en su máxima expresión.
🎭 ¿Qué hacer en Marrakech?
✔️ Pasear por la Plaza Jemaa el-Fna, el epicentro de la ciudad, lleno de encantadores de serpientes, músicos y vendedores ambulantes. ✔️ Visitar la Medina, un laberinto de calles estrechas con miles de tiendas y aromas de especias. ✔️ Relajarse en un riad tradicional, con su patio interior y su fuente refrescante.
🍽️ Cena recomendada: Después de días de tajines y comida de carretera, un buen restaurante en Marrakech es Nomad, con una de las mejores terrazas de la ciudad y comida marroquí con un toque moderno.
🚨 Consejo: Aparcar la moto en Marrakech puede ser complicado. Lo mejor es buscar un hotel con estacionamiento seguro.
📍 Última Parada: Fez – La Ciudad de las Mil Puertas
El último gran destino antes de volver a Tánger es Fez, la ciudad imperial más auténtica de Marruecos.
📌 A diferencia de Marrakech, Fez es menos turística y más tradicional. 📌 Su medina es la más grande del mundo y parece un viaje en el tiempo. 📌 Es un buen lugar para comprar recuerdos, como cuero artesanal o alfombras bereberes.
Perderse en las calles de la medina, sin mapa ni rumbo, y dejar que la ciudad te sorprenda.
🚢 De vuelta a España – Reflexión Final del Viaje
El último tramo nos lleva de Fez a Tánger, donde el ferry nos espera para cruzar de vuelta a Europa.
📌 Aquí, al subir al barco, es inevitable mirar atrás y reflexionar sobre lo vivido. 📌 Las dunas, las rectas infinitas, los puertos caóticos, la historia olvidada... todo se queda en la memoria como un sueño.
El Sáhara Español ya no existe como territorio, pero sus huellas siguen vivas en la arena, en las ciudades y en las historias de quienes aún recuerdan aquellos días.
Montado en el ferry, con la moto asegurada en la bodega y el viento golpeando el rostro, llega la última sensación de libertad antes de volver a casa.
🔥 Este no es un viaje más. Es una aventura que deja marca, una historia que se lleva para siempre.
Explorar Marruecos en moto es una experiencia que mezcla paisajes salvajes, cultura milenaria y pura adrenalina. Pero si hay una ruta que lo tiene todo, esa es la Ruta de las Mil Kasbahs. Un itinerario que conecta Marrakech con el desierto de Merzouga atravesando el Gran Atlas, valles infinitos y pueblos de adobe detenidos en el tiempo.
Portugal se ha convertido en uno de los destinos predilectos para los amantes de las motos Trail y los viajes de aventura. Con su impresionante diversidad de paisajes, desde montanas escarpadas hasta playas de arena dorada, el país ofrece una experiencia inigualable para los motociclistas que buscan desafíos off-road y rutas pintorescas.
Comprar la primera moto trail puede ser una decisión emocionante, pero también abrumadora. Imagina planear tu primer viaje de aventura por caminos de tierra, sintiendo la libertad del aire fresco mientras cruzas paisajes impresionantes. Sin embargo, si te equivocas en la elección de la moto, esa experiencia soñada puede convertirse en una pesadilla.
Fuimos con un grupo de amigos, y cada uno tiene su nivel.
Monje ha estado con cada uno de nosotros y todos hemos salido del curso con más confianza y tecnicas de conducción .
100% recomendable
Buena organización y ruta. Excelente la vuelta por el pueblo con la explicación del guia para saber más del sitio que se visita,buena comida y compañía perfecta
La ida un poco aburrida por autovía pero el resto del día fenomenal. Mucha lluvia a la vuelta pero superado por el almuerzo espectacular y la visita guiada del pueblo.